Ni todas las personas somos iguales, ni todas las bodas son iguales. Todos somos especiales, diferentes, raros…y con esa personalidad individual pues cada boda tiene sus particularidades, sus detalles, sus cositas especiales…
En este mini resumen (por que obviamente hay muuucho más) quiero enseñaros algunas pinceladas de la boda de Tamara y Javi en la impresionante Casa Secuoya (este año se ha convertido en mi casa en unas cuantas ocasiones y yo, inmensamente agradecido por ello).
Cada vez que me escribís para formar parte vuestra historia yo sonrío de forma automática, este trabajo me lleva a viajar y a conocer lugares y personas maravillosas. En el caso de Tamara y Javi nos conocimos en otra boda hace unos años y mira, la vida decide juntarnos de nuevo, esta vez ellos vestidos de principes@s y yo con mi sombrero.
Allá por el mes de Mayo, un día soleado, un finca decorada sencilla y elegante, un equipo, el del restaurante La Fábrica, que fue el encargado de la comida cocktail, unos novios guapísimos con una niña que deja sin palabras al verla sonreír, amigos venidos de todas las partes del mundo (algunos hasta con el tequila a cuestas), y un servidor, pasamos un día espectacular que no creo que pueda olvidar.
Tamara, Javi, Gabriela…menudo equipo de tres habéis montado y qué día más increíble me regalasteis, gracias de corazón y bienvenidos a la familia del ciervo del sombrero.
